CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 28 de Febrero: LA SOLEDAD


El próximo jueves, 28 de febrero,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura  “La soledad”, de Jaime Rosales, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde. Se trata de un filme  reconocido con los Premios a la mejor película, al mejor director y al mejor actor revelación en la última edición de la Goya.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Raquel Sáenz de Buruaga que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.


Dirección:     Jaime Rosales
Guión:          Jaime Rosales y Enric Rufas
Interpretes: Petra Martinez, Sonia Almarcha, Nuria Mencía


España, 2007 - 10 min.


Mayores de 18 años




SINOPSIS

La historia de dos mujeres. Una es Adela, que se traslada desde un  pueblecillo leonés a Madrid, donde inicia una nueva vida junto a su hijo de año y medio. Allí encuentra trabajo y entabla nuevas amistades, hasta que algo sucede... La otra protagonista es Antonia, la propietaria de un pequeño supermercado de barrio, cuya sosegada vida se ve alterada por los problemas de sus hijas...




La emoción de lo corriente

El director de La soledad, Jaime Rosales, no soporta el contacto físico. Notar el roce de alguien en su piel le produce asco. Paradójicamente, el espectador de esta película saldrá de la sala con la piel de la emoción desgarrada.
Para este cineasta “el cine tiene que ser herramienta de conciencia y de conocimiento” y, para ello, apuesta por un estilo radical, sin ninguna concesión a lo fácil o lo vistoso. Él, que no vive de hacer cine -trabaja en el sector inmobiliario-, dice de sí mismo: “soy un señor que tiene su trabajo serio, que se ocupa de su familia y se integra en la sociedad sin resaltar”. Sin embargo, en su actividad fílmica utiliza un lenguaje arriesgado e innovador, sin efectismos huecos. Precisamente con su gramática visual la sinceridad del relato se vuelve más potente.
En La soledad, Adela, una joven separada con un hijo, y Antonia, una mujer con tres hijas ya adultas e independizadas, son las protagonistas. No se conocen, sus vidas tienen solamente un fino hilo común. Asistimos al discurrir cotidiano de sus existencias que son como las nuestras o las de alguien que podamos conocer. Tienen su familia, sus amigos, su trabajo. Las vemos planchando, a la hora de comer. Escuchamos conversaciones llenas de frases que todos hemos oído o pronunciado. Pero Rosales nos hace ver en todo esto algo más y de otra manera. La pantalla se divide en varias ocasiones en dos imágenes, lo que da una perspectiva emocional diferente según veamos al personaje de frente o de perfil. La cámara no se mueve jamás. Son los sujetos quienes entran o salen de plano. La música, inexistente.
Mientras la vida sigue avanzando en la película, la amenaza de la muerte se presenta. ¿Cómo reaccionar ante su inminencia o su irrupción violenta? Esa es la soledad a la que, yo creo, se refiere el título. Cuando la muerte o su posibilidad se abaten sobre un ser querido, enfrentarse a esa nueva circunstancia es conocer también una nueva soledad. Pero el resto de los acontecimientos vitales sigue su curso: hay que seguir trabajando; seguir alimentándose; el precio de los pisos continúa subiendo y en el cesto de plancha la ropa se acumula.
Aunque la morosidad imprime toda esta aparente rutina, Adela, Antonia, sus familias y amigos son tan cercanos, tan reconocibles que les seguimos, sin parpadear, en cada movimiento, en cada lugar común que habita en los diálogos. Aprendemos a quererles incluso cuando no estamos de acuerdo con sus actitudes. Pero es que son como la gente que conocemos, con su virtudes y sus mezquindades. Es como si viéramos a nuestros vecinos en una película y a través de ellos tomáramos conciencia y descubriéramos aspectos de nuestra propia vida. Soy la primera sorprendida de que una narración tan austera atrape y emocione de tal manera. Me pregunto: ¿será una obra maestra?

Raquel Sáenz de Buruaga



 

Jueves 14 de Febrero: UN FUNERAL DE MUERTE

El próximo jueves, 14 de febrero,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura  “Un funeral de muerte”, de Frank Oz, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Valentín Terrazas que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos

Dirección:     Frank Oz
Guión:          Dean Craig
Interpretes:  Ewn Bremmer, Peter Dinklage, Kris Marshall
Alemania - Reino Unido - EE.UU., 2007 - 92 min.

Mayores de 13 años






SINOPSIS

Una disfuncional familia inglesa se reúne con motivo del funeral del patriarca. La tensión crece a medida que las antiguas rencillas entre los familiares surgen  de nuevo. La aparición de un extraño que amenaza con desvelar un oscuro secreto familiar sólo hace empeorar las cosas, y obligará a la familia a tomar medidas drásticas para evitar que el funeral se convierta en un desmadre total. Aunque tal vez no lo consigan...




Papi in the Sky with Diamonds
¿Quien dijo descanse en Paz?


“¿Quién no ha sufrido un ataque de risa en el momento más inapropiado? Es una reacción humana bastante natural, y es la base cómica de Un funeral de muerte”, argumenta Frank Oz, realizador de esta -permítanme un mal chiste- vivísima comedia negra. Efectivamente, durante hora y media los espectadores asistimos a la creciente desesperación de los invitados a la reunión familiar de despedida al difunto patriarca, abocados unos y otros a deslizarse desde la mera inoportunidad al absoluto desastre.
Avezado creador de un cine humorístico -Un par de seductores (1988), con los (y este es, admítanlo ustedes, otro mal chiste) impagables Michael Caine y Steve Martin, o ¿Qué pasa con Bob? (1991), con Bill Murray y Richard Dreyfus, son algunos de sus trabajos- el inglés Oz contó para esta memorable ocasión con un guionista de nervio y genio, Dean Craig. Un joven escritor que encontró su inspiración en el problemático entierro de su abuelo; conforme recuerda, "mi abuelo murió hace unos años. Fue un acontecimiento muy triste y difícil, pero en el que ocurrieron un montón de cosas. Era todo tan raro que me hizo pensar que en realidad podría ser la ambientación perfecta para una comedia negra. También quería utilizar ese sentimiento tan poderoso que nos invade a todos en los funerales porque, aunque en esos días todo se centra en la muerte, también hay una sensación preponderante de que la vida sigue. He creado a unos personajes que siguen obsesionados con sus vidas a pesar de estar en medio de un funeral”.
Si bien la estructura general de la película responde a la de la comedia tradicional británica (buenos actores, diálogos brillantes, enredos comprometedores, etc), la juventud y desenfado de Craig iban a introducir elementos novedosos, vivificantes, en la trama. "Lo que nos encantó del guión fue que sigue totalmente la tradición de las grandes farsas cinematográficas como Arsénico por compasión o El quinteto de la muerte, pero a la vez transmite la modernidad de haber sido escrita por un guionista joven", apuntaba el productor Share Stalling. "Nace de una de esas fuentes tan fantásticas, pero transmite una sensación de innovación y modernidad. Hay pocos guiones como éste".
¡Qué placer topar, además, con una pantalla repleta de actores de talento! Desde los recientemente conocidos Matthew Macfadyen -por la versión de Orgullo y prejuicio estrenada en 2005- o Alan Tudyk en su papel alucinante por alucinado, al veterano Peter Vaughan bordando un requeteborde Tío Alfie o al insuficientemente vertical Peter Dinklage (¿recuerdan su papelón en Vías cruzadas/The Station Agent (2003)?), todos y cada uno dan en el clavo, imprimiendo un tono y un ritmo perfectos a la historia. Una historia definitivamente coral, lo que, como aprecia Dinklage, “no es muy común. Todos desempeñan un papel bastante equitativo, así que ninguno de los personajes pasa desapercibido. Cada uno de los personajes le añade un toque de humor a la situación, para calentar el ambiente según se encamina hacia un final increíble”.
Tomen asiento, fieles de la programación otrojera, y disfruten con las trapisondas de los atribulados personajes, todos ellos al borde del colapso... excepto el honorable difunto.

Valentín Terrazas