CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 15 de Diciembre: LA LEGIÓN DEL ÁGUILA


El próximo jueves, 15 de diciembre, proyectamos “La legión del águila”, de Kevin Macdonald, un sorprendente peplum, en la Casa de Cultura, a las 6 y a las 8´30 de la tarde, con la localidad a 3,50 euros.

Os remitimos su sinopsis, facilitada por la distribuidora, el comentario de Raquel Sáenz de Buruaga que editaremos como ficha y una reproducción del cartel.

Un abrazo, ¡y hasta el jueves!. Asociación Otrosojos.


Dirección:     Kevin Macdonald
Guión:          Jeremy Brock
Interpretes:  Channing Tatum, Jamie Bell, Mark Strong

Estados Unidos, 2011 - 114 min.
Mayores de 12 años 








SINOPSIS

Britania, siglo II después de Jesucristo. Dos hombres, el amo y el esclavo, se aventuran más allá de la frontera del mundo conocido en una búsqueda tan obsesiva como peligrosa que les llevará hasta los límites de la lealtad y la traición, de la amistad y el odio, del desengaño y el heroísmo...



Honor en tiempos revueltos

¿Una de romanos? Como en la famosa canción, algunos espectadores se habrán preguntado sorprendidos “¿qué hace una peli como tú en una programación como ésta?” Pues lo que hacen las buenas películas: romper estereotipos y enriquecernos.
En el cine, el género épico –especialmente cuando aborda la época del esplendor grecolatino- trata a sus héroes como individuos sin fisuras, tan seguros de la misión que los dioses les han encomendado que, sicológicamente, son seres anodinos, sobre quienes los acontecimientos históricos, las grandes batallas o las aventuras amorosas resbalan sin que se filtre ningún aprendizaje hacia su interior. Suelen ser atractivos armarios recubiertos de poderosos abdominales.
Cuando vi por primera vez La legión del águila, ya en los minutos iniciales, cuando aparece uno de los protagonistas, me interesó el tratamiento novedoso en ese aspecto. Me entregué al desarrollo de la historia para disfrutar de un peplum entretenido y, por fin, con personajes hechos de carne, dudas y hueso.
El segundo visionado, hace pocos días, me ha permitido descubrir, con una nueva mirada, esta obra que roza varios géneros. Junto a la épica está la road movie, el thriller y el western. Todos ellos envueltos en una belleza húmeda y brumosa. Alejados de las clásicas localizaciones soleadas y mediterráneas, retratadas invariablemente en los peplum, nos encontramos en Britania, en los confines del Imperio Romano en el siglo II d.C., en un modesto fuerte militar sumido en la desidia y con una tropa desmotivada. Channing Tatum encarna a Marcus Aguila, joven comandante, honrado, responsable y orgulloso del Imperio. Jamie Bell, da vida a Esca, esclavo perteneciente a unas de las  tribus britanas, orgulloso también de su pueblo y, obviamente, resentido con los invasores. Para los dos, que se ven arrastrados a un arriesgado viaje, los sentidos del honor y la lealtad son los motores de sus comportamientos.
Como en toda road movie  hay una  meta geográfica y otra existencial; como en cualquier thriller, hay un misterio que dilucidar; como también es un western, hay caballos y jinetes, paisajes grandiosos y tribus peligrosas.
La legión del águila invita además a reflexionar sobre eso llamado honor. En el diccionario existen hasta doce acepciones. La primera: “cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo”, es la que me interesa y poseen el comandante romano y el esclavo britano. Su defensa como virtud pública y privada ha desaparecido de nuestra ética social contemporánea. Como mucho, valoramos la honestidad. Preservar el propio honor implica una actitud activa que, a veces, empuja a tomar decisiones difíciles. ¿Quién se acuerda del honor en estos tiempos? Ningún líder social lo nombra, parece una cuestión demasiado épica o literaria.
Pero además de una historia que sugiere reflexiones, en esta película la belleza está presente en cada imagen. Las secuencias en exteriores transpiran la humedad y el frío norteños; las escenas en interiores parecen iluminadas por Velázquez. Las violentas batallas están rodadas en planos cerrados, la cámara  forma parte de los contendientes, y, a veces, hay imágenes tan hermosas y tan breves que parece que se juega a dejar hambriento al espectador. Por todo esto, ver La legión del águila es un honor y casi una necesidad. 


Raquel Sáenz de Buruaga