Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Raquel que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo, y hasta el jueves.
SINOPSIS DE LA PELICULA :
Inglaterra,
principios del siglo XIX. El científico inglés Charles Darwin regresa
de un largo viaje alrededor del mundo con la clave para explicar el
origen de las especies. Pero cuando se dispone a publicar su
revolucionaria teoría sobre la evolución, se encuentra no sólo con una
sociedad que no está preparada para aceptarla, sino también con la
desaprobación de su esposa. Cuando su hija Annie muere con sólo diez
años, Charles y Emily tendrán que enfrentarse al mayor dilema de su
vida: ¿qué puede explicar la muerte, la religión o la ciencia?
COMENTARIO :
Una historia de todo
“Encuentro
que en mí se incorporan el gneis, el carbón, el musgo de largas hebras,
las frutas, los granos, las raíces comestibles, y que estoy recubierto
totalmente de cuadrúpedos y de pájaros y que cuanto he dejado atrás lo
he dejado por buenas razones”.
Whalt Whitman describió poéticamente la Evolución pocos años antes de que Darwin publicara “El origen de las especies” en 1859. En el poeta convivían sin tensión sus sentimientos panteístas con creerse el resultado de los juegos ancestrales de
la Naturaleza. Sin embargo, Darwin, hipersensible, inmerso en una
sociedad puritana y antropocéntrica, sufrió enormemente por las
revolucionarias conclusiones a las que le llevaron sus investigaciones.
Creation -traducida aquí como La duda de Darwin-
es una espléndida y conmovedora adaptación de “La caja de Annie” de
Randall Keynes, tataranieto del naturalista. Inexplicablemente, no ha
sido estrenada en las pantallas españolas. En el libro, el relato
presenta una sucesión cronológica convencional (aunque la obra literaria
no lo es en absoluto) pero la película discurre con elegantes flashbacks y
ensoñaciones que, asombrosamente, consiguen plasmar un progreso
ordenado de los acontecimientos, impregnados además de precisos matices
emocionales.
Desde
las imágenes que sirven de fondo a los créditos iniciales ya
visualizamos, de alguna manera, la intuiciones de Whitman, que son las
certezas de Darwin: las similitudes estructurales u organizativas entre
lo grande y lo microscópico, su lejana intimidad tocada de belleza. En
el ecosistema de la película, habitan temas que, como en la Naturaleza,
parecen independientes pero que están concernidos: el amor y el sentido
de culpabilidad o el dolor ante la muerte y la adaptación a la pérdida
que ella provoca. También los sentimientos obedecen a la Evolución.
Darwin
decía “La naturaleza es un campo de batalla”. Su sensibilidad, sus
iniciales sentimientos religiosos se debatían con la búsqueda de
sentido a la crueldad del mundo natural. Es especialmente
incuestionable y hermosa una secuencia en la que putrefacción orgánica
demuestra ser un arma de muerte y vida.
La
condición humana otorga el privilegio, muchas veces doloroso, de tener
conciencia, de sentir compasión, pero también de buscar la verdad
científica. ¡Ay, si nuestro hombre hubiera respondido al arquetipo de
científico frío y calculador! Pero Darwin amó tanto a su familia… Su
hija Annie compartía con él una curiosidad insaciable: “papá, cuéntame
una historia sobre todo”. Dios o la Naturaleza se la arrebató
prematuramente con su crueldad característica.
La duda de Darwin consigue
transmitir no solo la veracidad biográfica de un hombre, sino que
transporta al espectador, al menos en mi caso, a un estado de máxima
atención para absorber cada rincón de la pantalla, cada palabra que se
escucha. Después de varios visionados, con las primeras notas de su
banda sonora siempre me instalo en una disposición concentrada y porosa
en la que siento que se incorporan en mí Paul Bettany y Jennifer
Connelly, la música de Christopher Young, el director Jon Amiel, y que
estoy recubierta de una dirección artística y un guión perfectos…
Doy gracias -a la Creación o a la Evolución- por permitirme ser un primate cinéfilo.
Raquel Sáenz de Buruaga