CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Viernes 27 de Noviembre: QUIEREME SI TE ATREVES

El próximo VIERNES, 27 de noviembre,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Quiéreme si te atreves”, de Yann Samuell, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2´50 euros.
COMO VEREIS, EN ESTA OCASIÓN CAMBIA EL DIA DE LA SEMANA EN QUE HABITUALMENTE HEMOS REALIZADO LAS POGRAMACIONES. ASI QUE EN VEZ DEL JUEVES, ¡NOS VEMOS EL VIERNES!.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Pablo Fernández Alonso que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.

 

Dirección:     Yann Samuell
Guión:           Yann Samuell
Intérpretes:  Guillaume Canet, Marion Cotillard

Francia, 2003 - 93 min.
Mayores de 13 años







SINOPSIS

Toda una vida para decir “te quiero”. Ochenta años para empezar una historia de amor... Y todo por culpa de un juego... O quizá gracias a un juego. Sophie y Julien han diseñado las reglas del juego. Y serán, de por vida, los árbitros... Y, a menudo, las víctimas. “¿Te atreves?” “Me atrevo”. Se atreven a todo, desde lo mejor a lo peor. Ridiculizan los tabúes, se saltan las prohibiciones, se enfrentan a la autoridad, ríen, se hacen daño. Son capaces de todo... Excepto de reconocer que se quieren.





Atrevete a querer

La verdad es que esta película se puede resumir en pocas palabras. Del director, Yann Samuell, poco podemos apuntar: dos películas en su haber. Esta deslumbrante, y un remake, My Sassy Girl, que en mi opinión es un fracaso comparada con la gran obra que es su predecesora coreana, de igual título pero nada parecida en su forma.
    Quiéreme si te atreves es una película diferente. Los romances, las historias de amor que nos solemos encontrar en el cine son siempre lineales, se mantienen en el tiempo y en la forma. Creo que en esta ocasión se nos permite ver un tipo de relación que todo el mundo conoce; si no por su propia experiencia, debido a que pobres incautos de nuestro alrededor están atrapados en una vorágine de autodestrucción en que pude desembocar eso a lo que algunos llaman amar.
    No se si es fácil o difícil, pero intentad poneros en la piel de los dos bandos. La empatía es una tarea complicada, ninguno de nuestros profesores nos puso deberes de esta magnitud. ¿Es tan duro sufrir amando? De esto trata la película, de amar a base de dolor. Es cuestión de personas, de relaciones, de momentos y situaciones, pero como todo en la vida. Es fácil enamorarse, lo difícil es encontrarse en el punto favorable para que el amor pueda mantenerse.
    Una película donde ves que el amor no es "fueron felices y comieron perdices", sino que implica algo más, engloba tanto lo bueno como lo malo. El tiempo no se detiene pero tampoco las situaciones.
    Por ello, no comparto la percepción de que uno quiere más por el simple hecho de no discutir o estar siempre juntos. Pienso que tiene más valor aquel que, a pesar de estar lejos o a pesar de las discusiones, sigue a su lado, le apoya aún cuando esa decisión no es de su agrado, besa su mano, arrodilla su alma y arranca sin tapujos su corazón de entusiasmo cada vez que se vuelven a encontrar. Y es que el amor no es plato de un día, sino festín de toda una vida repartido a cachitos que has de degustar con el amargo sudor del trabajo y la constancia.
    Quiéreme si te atreves nos abre una ventana hacia el desarrollo de una relación muy especial de dos chicos, tan destructiva y excitante que no sabrán cuando parar, ni cómo pararla, simplemente porque ninguno de los dos quiere.
    La manera en que el director cuenta la historia, está influenciada por el cine actual francés (Amelie), y aunque el final controvertido guste a unos y sea aborrecido por otros, la película en sí tiene una fuerza y luminosidad envidiable. Los diálogos inteligentes y los recursos literarios y frases ingeniosas abundan durante todo el metraje (“los amigos son como las gafas, te hacen parecer inteligente pero se rayan enseguida”). Una banda sonora notable con mezcla de clásicos y obras actuales escogidas cuidadosamente del gran repertorio que posee históricamente el país francés...
    Creo que ésta es una de las obras que en nuestra asociación catalogamos como fáciles de ver, películas que son más apropiadas para llegar a todo tipo de público. Pero no os confiéis; en mi opinión no hay película fácil. Dependiendo desde dónde se mire, aquí se puede ver mucha oscuridad… Espero que la disfrutéis.

Pablo Fernández Alonso



  


Jueves 5 de Noviembre: 14 KILOMETROS

El próximo jueves, 5 de noviembre,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “14 kilómetros”, de Gerardo Olivares, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Diego López González que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.

 
Dirección:      Gerardo Olivares
Guión:            Gerardo Olivares
Intérpretes:   Adoum Moussa, Iliassou Mahamadou Alzouma

España, 2007 - 95 min.
Mayores de 7 años






SINOPSIS

Catorce kilómetros es la distancia que separa África de Europa, pero también es la barrera que separa los sueños de millones de africanos que ven en Occidente su única salida para escapar del hambre y de la miseria.
De la mano de tres jóvenes africanos -Violeta, Buba y Mukela- recorreremos un largo y peligroso viaje a través del Sahara para conocer lo que nunca enseñan los medios de comunicación.





Futuro incierto


“Seguirán viniendo y seguirán muriendo, porque la historia ha demostrado que no hay muro capaz de contener los sueños”. Rosa Montero Llegamos a nuestro hogar hastiados tras una mañana de rutinario trabajo y como de costumbre, casi por inercia, encendemos el televisor para ponernos al día de lo que acontece en el mundo. Engullimos mecánicamente lo que tenemos en el plato y miramos sin prestar atención las noticias mientras nuestra mente divaga absorta por las múltiples preocupaciones que nos asolan. En esto, levantamos la cabeza y nos damos de bruces con los ojos exhaustos y abatidos, casi sin vida, de un joven (quizás un niño) -africano, deducimos por su piel-, que tiembla muerto de hambre y de frío, de miedo y de cansancio. Como si de una voz en off se tratase el periodista comenta la llegada de una nueva patera con decenas de inmigrantes a bordo y bla, bla, bla. No escuchamos; lo hemos oído tantas veces que hemos acabado por insensibilizarnos ante un drama que sólo muestra la punta del iceberg. Pero esta vez es distinta: esa mirada…
    Entonces, Gerardo Olivares decide un día golpear nuestras conciencias occidentales y hacernos reflexionar sobre el dolor que tienen que sufrir millones de personas para alcanzar la ansiada libertad y dejar atrás la más profunda miseria, a través de una historia dura y emotiva que pretende ser un homenaje a los que triunfaron y fracasaron, a los que viven y a los que murieron en el empeño.
    Rodada como una combinación de documental de ficción y con actores profanos en la materia, 14 kilómetros fue premiada con la Espiga de Oro a la mejor fotografía, mejor música y mejor película en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) de 2007, convirtiéndose así en la primera película española que obtiene tamaño galardón en sus 52 ediciones. Quizás el éxito de la película resida, por un lado, en la capacidad de su director para contar una historia tan cruda y real de una manera cercana y sencilla, sintiéndonos incluso identificados con sus personajes más que sintiendo lástima de ellos, lo cuál es prácticamente un milagro tratándose de este tipo de cine, como comentaba Federico Marín Bellón en el diario ABC. Y, por otro lado, en relatar no sólo lo que los medios nos muestran, sino ir más allá de lo políticamente correcto, de aquello que no se enseña para no incomodar al espectador, y retratar el lado más oscuro de la inmigración clandestina, acercándonos a esas personas y contándonos sus motivos y sus sueños por los que un día deciden lanzarse a tan penoso viaje en busca del “paraíso” europeo.
     Porque esos 14 kilómetros que dan título a la película y que separan dos mundos antagónicos, Europa y África, ese abismo que antes era un estrecho donde se ocultan frotándose las manos los viles Carontes del Siglo XXI, son sólo la parte final de un viaje que tiene su origen a miles de kilómetros de distancia y que puede durar meses o incluso años. Un viaje por impresionantes paisajes desérticos (deléitense con la excelente fotografía), lleno de agonía y sufrimiento, marcado por el rechazo y el racismo a veces mitigado por un atisbo de caridad y solidaridad entre los propios inmigrantes o entre distintas etnias africanas, donde se llega a renunciar a uno mismo y perder la identidad convirtiéndose únicamente en víctima de un negocio que trafica con sueños y esperanzas y que viola impune los Derechos Humanos más fundamentales de las personas inmigrantes con la complicidad de aquellos que queremos conservar nuestros privilegios a toda costa. Un viaje sin vuelta atrás que puede pagarse con la vida.

Diego López González