CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 12 de Abril: WILBUR SE QUIERE SUICIDAR

El próximo jueves, 12 de abril,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Wilbur se quiere suicidar”, de Lone Scherfig, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Jorge Cordero que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo y hasta el jueves. Asociación Otrosojos


Dirección:     Lone Scherfig
Guión:             Lone Scherfig y Anders Thomas Jensen
Interpretes:  Jamie Sives, Adrian Rawlins, Shirley Henderson

Dinamarca - Francia - Reino Unido - Suecia, 2003 - 105 min.





SINOPSIS

Wilbur ha intentado suicidarse pero todavía no ha tenido éxito. A pesar de que posee un magnetismo especial, sobre todo con las mujeres, su ingenio y su atractivo no logran disimular su pesimismo. Wilbur está tan desilusionado de la vida que no encuentra ningún motivo para seguir viviendo. Justamente lo contrario a lo que le sucede a su hermano Harbour, un optimista incurable para quien el hecho de ocuparse de la felicidad de Wilbur es su principal cometido en esta vida. Estos dos excéntricos hermanos, que están en la treintena, viven en Glasgow donde han heredado una destartalada librería que es el único recuerdo que les queda de su padre, recientemente fallecido.



 
El suicidio como leimotiv

L@s asiduos a nuestras veladas cinematográficas recordarán cuando, deseando provocar, decidimos lanzaros a esa tumultuosa piscina que era/fue/es el manifiesto Dogma 95 con Los Idiotas, del enfant terrible Lars Von Trier, y con Italiano para principiantes, con la que Lone Scherfig ganó la Seminci.
    De Italiano podéis releer lo escrito entonces, ver cómo Dogma estaba en su esencia: guión, personajes e interrelaciones entre ellos; personalidades perfiladas por medio de actos, miradas y diálogos sutiles, bastante diferentes a la habitual mirada plana, estereotipada, lobotomizada. Y, por supuesto, en el enfoque de la autora: esa visión ácida y tragicómica que nos hace replantearnos de forma directa y natural la vida y la muerte, algo no habitual en una comedia al uso, aún cuando ésta sea negra. 
    Pero hablemos de Wilbur. O más bien del binomio Wilbur/Harbour como parte de un único ser separado en dos polos complementarios e incapaces de subsistir sin el otro. Así, la pervivencia de Wilbur es la esencia de la vida de Harbour (literalmente traducido como puerto, protector, dar abrigo o proteger, tanto de uno mismo como del pasado), y su evolución viene motivada por lo acaecido a Harbour, dado que su sobreprotección le impide autocompletarse.
    Aunque Harbour (magistralmente interpretado) parece un ser maravilloso del que todo ser humano podría enamorarse, tiene la compulsión de no poder vivir su propia vida, dado que esta destinado a cuidar de su hermano Wilbur, cuya ausencia de sentido en su vida le hace buscar continuamente, y de modo incluso casual, como algo natural, el suicidio, lo que le brinda esa extraordinaria atracción de la sinceridad y el desapego absoluto. Este es el leitmotiv de la existencia de Harbour, lo que le asigna un rol en la vida: el de ser un hermano mayor, un protector capaz incluso de sacrificar su felicidad, su vida y su futuro en aras de un noble fin…
Pero como la vida es injusta, osea vida, el pobre Harbour se verá abocado a no encontrar paz ni victoria…ni siquiera en los premios, dado que el premio al mejor actor de la Seminci fue para Wilbur, sin compartirlo con su hermano...
    Y tras esto algunos someros apuntes para meditar:
    La visión directa, y no necesariamente negativa, del binomio vida-muerte como algo natural y consustancial a la mera existencia que ya apreciábamos en Italiano... se remarca aún más.
    El tono entre comedia ácida, melodrama existencial y recreación de la cotidianidad emana de los personajes de forma natural, casi como si más que de ficción se tratase de un destilado de la vida misma, lo cual favorece la suspensión de la incredulidad propia de toda ficción y esencia del cine.
    En resumen, con una sensibilidad y una capacidad dignas de los grandes, utilizando la comedia para replantear temas serios y trascendentales del ser humano, Lone Scherfig sale del encorsetamiento de Dogma manteniendo la frescura conceptual y de ideas que trajo consigo dicho movimiento y una utilización de los recursos estilísticos ya plenamente profesional.


Jorge Cordero



   

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