CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 12 de Junio: EL ARCO



El próximo jueves, 12 de junio,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura el penúltimo título del semestre; esto es,  “El arco”, de Kim Ki-duk, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Diego López González que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.



Dirección:     Kim Ki-duk
Guión:          Kim Ki-duk
Interpretes: Jeon Sung-hwan, Han Yeo-reum, Seo Ji-seok

Corea del Sur, 2005 - 90 min.

Mayores de 13 años



SINOPSIS

Un viejo pescador vive en medio del mar con una muchacha a la que recogió cuando era niña. El espera que ella cumpla 17 años para desposarla. Mientras tanto, prepara la dote y la protege contra los hombres que vienen a pescar a su barco e intentan propasarse con ella. Su única forma de protegerla es disparando con un arco que también le sirve para adivinar el futuro y como instrumento musical. Un día, un grupo de pescadores desconocidos, entre los que se encuentra un joven universitario, sube al barco. El chico y la muchacha se enamoran. El viejo pescador sabe que el sueño ha llegado a su fin.




La belleza no necesita palabras


Prueben a mezclar en la coctelera del ARTE (con mayúsculas) una porción de cine lírico y simbólico en su estado más puro junto con la abrumadora capacidad de convertir la poesía en cine. Añádase un toque de talento visual y el uso sublime de la metáfora. Remuévase lentamente mientras se aplican pequeñas dosis del silencio más sugerente. ¿Qué obtendrían? La respuesta es tan obvia que la pregunta resulta casi insultante: Kim Ki-duk.
    No exagero en absoluto si considero a este prolífico director el auténtico “poeta del séptimo arte”, y El Arco (2005) es una nueva muestra del increíble talento del coreano para contarnos una hermosa historia de amor y celos, llena de drama y emoción contenidas, sin apenas palabras. Porque, como decíamos en el título, la verdadera belleza no necesita palabras. Ya dio muestras de ese talento innato en su película más galardonada y alabada por la crítica y el público en general, Bin Jip (Hierro 3, 2004), que proyectamos aquí para todos ustedes.
    Es cierto que la película de hoy no ha sido muy bien acogida por algunos críticos, que se han dedicado a lanzar diatribas a diestro y siniestro llegando a tildarla de “gran idea desaprovechada por un desarrollo minimalista en exceso” o considerar su fotografía “horrorosa” y su música “deficiente”. No voy a lanzarme en una cruzada inútil por defender este hermoso film. Prefiero que sean ustedes mismos quienes decidan si El Arco es la confirmación de la caída libre de este genial director tras la también vilipendiada Samaritan Girl (2004) o por el contrario supone un punto de inflexión en la consagración de su carrera cinematográfica.
    Lo que si puedo asegurar es que la película no dejará indiferente a nadie, ya que puede provocar admiración e irritación enfermiza a partes iguales.
    De El Arco destacaría por un lado la habilidad de Kim Ki-duk para crear intensidad, drama, emoción y romance con la ausencia de palabras y, sobre todo, la historia de amor y odio que el destino, aliado con la lógica de la sociedad moderna, comienza a resquebrajar. Por otro lado, la profusa simbología que impregna la película, desde el propio arco como arma para ahuyentar a los pretendientes, instrumento musical o como medio para leer la buenaventura, hasta el inmenso océano como jaula y sus olas como barrotes donde el viejo retiene a la niña que a pasos agigantados empieza a convertirse en mujer, amén de otros pequeños detalles que con práctica seguridad pasarán desapercibidos para los espectadores con un único visionado. Y, en efecto, es la simbología uno de los valores básico de su cine: “uso conscientemente los objetos para que los espectadores no vean sólo lo evidente o lo que sucede, sino también otra dimensión” afirmaba en su visita al festival de cine de San Sebastián, hace ahora 3 años, con motivo de la presentación de la película que hoy nos atañe.
    Les dejo con una bonita frase que despide la película y que aprovecho a su vez para despedirme de ustedes deseándoles que disfruten de la sesión de hoy: “Strength and a beautiful sound like in the tautness of a bow. I want to live like this until the day I die”.

Diego López González




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