CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 28 de Abril: EL LATIDO DE LA MONTAÑA (V.O.S.)

Este próximo jueves, 28 de abril, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “El latido de la montaña” (en versión original subtitulada), del director Kenneth Bi, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Miguel del Pino que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
 
Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.

Dirección:      Kenneth Bi
Guión:           Kenneth Bi
Interpretes:   Jaycee Chan, Tony Leung Ka Fai, Angelica Lee, Roy Cheung, Josie Ho

Alemania - Hong Kong - Taiwan, 2007 - 119 min.

Mayores de 7 años




SINOPSIS

Sid, hijo de un importante jefe mafioso de Hong Kong, se ve obligado a huir a las montañas de Taiwán. Allí entra en contacto con los miembros de una pequeña comunidad que vive entregada a perfeccionar la mente y el cuerpo. Son, además, consumados músicos de los tambores zen, un arte milenario que procede de China. Sid llega a ser uno más de esta comunidad hasta que un día llegan noticias de Hong Kong: su familia está inmersa en una lucha entre bandas y lo necesita. Sid tendrá que elegir entre la lealtad a los suyos y el sistema de valores recién aprendido.




Sonidos del corazón

El cine oriental ya ha dejado de ser algo exótico o conocido únicamente por las películas de artes marciales. A directores consagrados como Akira Kurosawa, Takesi Kitano, Kim Ki-duk… hay que añadir al hongkones Kenneth Bi, quien con su tercer largometraje me ha cautivado completamente.
Si bien esta película comienza con la acción del sórdido ambiente de la mafia -cuyas historias es necesario conocer- transita por los bellos paisajes de Taitung (China) para desembarcar en un relajado misticismo que contagia con su filosofía a los profanos en la materia.
Sid es el hijo de un capo mafioso que tiene que “desaparecer” del espectro donde se mueve como consecuencia de los errores cometidos en el mundo del hampa, que le exigen pagar un alto precio. Su actitud irreverente, rebelde, de vida fácil, se verá transformada cuando en su huída escuche por azar el sonido de unos tambores en las montañas, que resuenan en su interior sin entender muy bien el motivo por el que se siente fascinado.
Este argumento de fusión entre yakuzas y monjes Zen sirve como guía para entender cómo un joven que está acostumbrado por su ambiente -podría valer cualquier escenario- a conseguir lo que quiere rápidamente, sin esfuerzo y sin pagar nada a cambio, puede encaminarse a la destrucción.
En la película de Kim Ki-duk Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera -que considero una de las grandes obras del actual cine oriental- se comparte un poco esta filosofía; de hecho hay cierto paralelismo en cómo la iniciación de todo ser humano requiere de trabajo, paciencia y disciplina.
El aislamiento del personaje en su difícil mundo puede explicar en parte el comportamiento de alguien que no siente ningún respeto, ni siquiera por los de su entorno cercano; sólo cuando por necesidad se abre a otra forma de vivir podrá conectar con su yo interno, implicándose no tanto en su primera faceta como “benefactor” como en lo concerniente a su verdadero trabajo ofrecido al grupo, a la sociedad.
The Drummer, título original con el que se conoce a El latido de la montaña, fue muy valorado por el jurado del festival de Sundance, y aunque no cuente con actores conocidos de talla internacional, éstos desarrollan un trabajo artístico noble y en momentos interesante, muy al estilo de su cultura.
Sobre su banda sonora sólo cabe remitirse al sonido de los tambores que conectan con el latido del corazón.
La meditación y la música son instrumentos que transportan por su misticismo a un mundo donde reflexionar es algo necesario para la salud, física y emocional.

Miguel del Pino


 

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