El próximo jueves, 6 de abril, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “¡Olvidate de mí!”, de Michel Gondry, en sesiones de 5'30 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo. Asociación Otrosojos.
Guión: Charlie Kaufmen
Intérpretes: Jim Carrey, Kate Winslet, Kirsten Dunst, Elijah Wood.
Estados Unidos, 2004
Estados Unidos, 2004
SINOPSIS
Joel recibe un terrible golpe cuando descubre que su novia Clementine ha hecho que borren de su memoria todos los recuerdos de su tormentosa relación. Desesperado, se pone en contacto con el creador del proceso, el Dr. Howard Mierzwiak, para que borre a Clementine de su memoria. Pero cuando los recuerdos de Joel empiezan a desaparecer redescubre su amor e intentará desde lo más profundo de su cerebro parar el proceso.
¡Olvídate de mí! es la más reciente historia del aclamado guionista de Hollywood Charlie Kaufman, que cuenta esta vez con el director Michel Gondry para llevarla a pantalla. Las anteriores historias escritas por Kaufman -Cómo ser John Malkovich y Adaptation: el ladrón de orquídeas- fueron dirigidas por Spike Jonze; ahora es Gondry quien se arriesga después del fracaso de Human Nature (también de Kaufman).
Aquellos fans de Jim Carrey que creen que este personaje es uno más de su interminable lista de disparates y exageraciones odiarán esta película. En ¡Olvídate de mí! Carrey no es el típico bufón al que nos tiene acostumbrado. En este caso podemos ver al Carrey enfermo de amor, reprimido y sin afeitar. Esencialmente podríamos decir que interpreta al mismo perdedor que John Cusack construye en Cómo ser John Malkovich o Nicolas Cage en Adaptation. En la historia, Carrey es Joel, un hombre que descubre que su ex pareja, Clementine, decide someterse a un novedoso tratamiento que borra aquellos recuerdos que queremos hacer desaparecer de nuestra mente, y precisamente lo borra a él. Angustiado y siguiendo un instinto de venganza, decide hacer lo mismo. Pero en medio del procedimiento intuye que los recuerdos de Clementine son importantes para él y no quiere olvidarla. A partir de ahí comienza una frenética persecución dentro de su mente, al mejor estilo Pac Man, por el equipo técnico de Lacuna (la compañía encargada del procedimiento) y el Doctor que lleva a cabo la intervención. Esta parte de la historia nos recuerda mucho a otra escena de Cómo ser John Malkovich en la que Cameron Díaz y Catherine Keener se persiguen una a otra a través de los niveles de la mente del actor. Aunque pueda sonar complicado, ¡Olvídate de mí! es una obra maestra, donde Kaufman nos relata una historia de corazones rotos, siendo Gondry quien se lleva todo el mérito por conseguir contarla con las imágenes correctas. El elogio más importante que puede hacerse al film es que tiene sentido desde el principio a fin, algo muy importante en una historia tan complicada. El conjunto de elementos es perfecto: el guión de Kaufman, la dirección de Gondry y la elección del reparto (que además incluye a Elijah Wood, Kirsten Dunst y Mark Ruffalo), consiguen mantener una continuidad espontánea a medida que la historia profundiza en su complejidad.
¡Olvídate de mí! es una de las películas más ingeniosas y originales de 2004. Puede que el guión de Kaufman no sea tan irreverente y rompedor como en anteriores trabajos, pero el resultado plasmado en pantalla le hace que se convierta en la segunda mejor adaptación de un libreto suyo tras la esplendorosa Adaptation. La dirección de Gondry en este film es sencillamente impecable; la funcionalidad de la que hace gala a lo largo de todo el metraje es digna de elogio. De nuevo, tanto guionista como director juegan a ser dioses con el tiempo y lo moldean hasta meter al espectador en un universo propio donde los saltos en el tiempo son fruto de las paranoias del protagonista.
Cabe destacar la gran interpretación de Carrey, sin duda la mejor de su carrera, mucho más contenido que en anteriores ocasiones, y el magnífico trabajo de Kate Winslet, que demuestra que es una de las mejores y más polifacéticas actrices de la actualidad. ¡Olvídate de mí! es en resumen una cita fija para todos aquellos que creen que en el cine de hoy no está todo inventado; un soplo de aire fresco.
Corazones rotos, dioses del tiempo
¡Olvídate de mí! es la más reciente historia del aclamado guionista de Hollywood Charlie Kaufman, que cuenta esta vez con el director Michel Gondry para llevarla a pantalla. Las anteriores historias escritas por Kaufman -Cómo ser John Malkovich y Adaptation: el ladrón de orquídeas- fueron dirigidas por Spike Jonze; ahora es Gondry quien se arriesga después del fracaso de Human Nature (también de Kaufman).
Aquellos fans de Jim Carrey que creen que este personaje es uno más de su interminable lista de disparates y exageraciones odiarán esta película. En ¡Olvídate de mí! Carrey no es el típico bufón al que nos tiene acostumbrado. En este caso podemos ver al Carrey enfermo de amor, reprimido y sin afeitar. Esencialmente podríamos decir que interpreta al mismo perdedor que John Cusack construye en Cómo ser John Malkovich o Nicolas Cage en Adaptation. En la historia, Carrey es Joel, un hombre que descubre que su ex pareja, Clementine, decide someterse a un novedoso tratamiento que borra aquellos recuerdos que queremos hacer desaparecer de nuestra mente, y precisamente lo borra a él. Angustiado y siguiendo un instinto de venganza, decide hacer lo mismo. Pero en medio del procedimiento intuye que los recuerdos de Clementine son importantes para él y no quiere olvidarla. A partir de ahí comienza una frenética persecución dentro de su mente, al mejor estilo Pac Man, por el equipo técnico de Lacuna (la compañía encargada del procedimiento) y el Doctor que lleva a cabo la intervención. Esta parte de la historia nos recuerda mucho a otra escena de Cómo ser John Malkovich en la que Cameron Díaz y Catherine Keener se persiguen una a otra a través de los niveles de la mente del actor. Aunque pueda sonar complicado, ¡Olvídate de mí! es una obra maestra, donde Kaufman nos relata una historia de corazones rotos, siendo Gondry quien se lleva todo el mérito por conseguir contarla con las imágenes correctas. El elogio más importante que puede hacerse al film es que tiene sentido desde el principio a fin, algo muy importante en una historia tan complicada. El conjunto de elementos es perfecto: el guión de Kaufman, la dirección de Gondry y la elección del reparto (que además incluye a Elijah Wood, Kirsten Dunst y Mark Ruffalo), consiguen mantener una continuidad espontánea a medida que la historia profundiza en su complejidad.
¡Olvídate de mí! es una de las películas más ingeniosas y originales de 2004. Puede que el guión de Kaufman no sea tan irreverente y rompedor como en anteriores trabajos, pero el resultado plasmado en pantalla le hace que se convierta en la segunda mejor adaptación de un libreto suyo tras la esplendorosa Adaptation. La dirección de Gondry en este film es sencillamente impecable; la funcionalidad de la que hace gala a lo largo de todo el metraje es digna de elogio. De nuevo, tanto guionista como director juegan a ser dioses con el tiempo y lo moldean hasta meter al espectador en un universo propio donde los saltos en el tiempo son fruto de las paranoias del protagonista.
Cabe destacar la gran interpretación de Carrey, sin duda la mejor de su carrera, mucho más contenido que en anteriores ocasiones, y el magnífico trabajo de Kate Winslet, que demuestra que es una de las mejores y más polifacéticas actrices de la actualidad. ¡Olvídate de mí! es en resumen una cita fija para todos aquellos que creen que en el cine de hoy no está todo inventado; un soplo de aire fresco.
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