CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 18 de Octubre: THE HOST

El próximo jueves, 18 de octubre, reiniciamos la temporada cinematográfica proyectando en la Casa Municipal de Cultura  “The Host”, de Bong Joon-ho, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Raquel Sáenz de Buruaga que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo. Asociación Otrosojos.

Dirección:     Bong Joon-ho
Guión:          Bong Joon-ho, Hah Joon-won, Baek Chul-hyun
Interpretes:  Song Kang-ho, Byun Hee-bong, Park Hae-il

Corea del Sur, 2006 - 119 min.

Mayores de 13 años



SINOPSIS


Los habitantes de Seúl observan sorprendidos un extraño objeto que cuelga de un puente sobre el río Han. En realidad se trata de una monstruosa criatura mutante que al despertar devora a todo aquel que se cruza en su camino. El dueño de un quiosco a la orilla del río contempla horrorizado cómo la bestia rapta a su hija y se la lleva a su escondrijo. Mientras el ejército fracasa una y otra vez en su empeño por destruir al monstruo, aquel hombrecillo anónimo se armará de valor y, con la ayuda de su familia, intentará recuperar a su hija de las garras de semejante abominación.




Elogio de los torpes


Kim-ki Duk, Chan-wook Park y, ahora, Bong Joon-ho. Será imprescindible, no habrá más remedio que ejercitar nuestra lengua y memoria para incorporar a nuestro vocabulario cinéfilo los tortuosos nombres de estos directores surcoreanos que últimamente están seduciendo a los jurados de festivales internacionales y también,  de manera creciente, al público occidental.
Aunque Corea del Sur esté en Extremo Oriente, su historia abunde en invasiones chinas o japonesas y sus habitantes sean étnicamente muy homogéneos, hoy es un país con parámetros sociales y culturales muy occidentalizados. Un alto desa-rrollo económico y tecnológico ha hecho que la mayoría de su población -más del 80%- viva en ciudades. El cine que nos llega de allí utiliza unos códigos narrativos que el espectador contemporáneo occidental reconoce e interpreta sin dificultad. No obstante, esta generación de cineastas los ha reinventado, dotándoles, inevitablemente, de un toque oriental a la vez que experimentan, por ejemplo, combinando géneros en un mismo filme o imprimiendo ritmos que contrastan vivamente con el cine “made in Usa”.
En The host, de temática fantástica (¿de terror?), su director y guionista, respetando, en principio, las reglas del género, aporta una novedosa visión y un relato de más recorrido de lo que se suele esperar de este tipo de películas. Por eso, parece desacertado el enfoque que se hizo de la campaña de promoción. Quien desconfiara del eslogan ”Primero fue Tiburón, después Alien y ahora The host”, se perdió una curiosa película, y el espectador que buscara la acción, la tensión y el ritmo del cine americano probablemente habrá salido defraudado. Por supuesto que hay monstruo, víctimas y quienes luchan contra el monstruo, pero en esta ocasión quienes se le enfrentan no son listos, ni guapos, ni ricos. Nuestros héroes parecen ser miembros, en versión coreana, de la familia disfuncional de Pequeña Miss Sunshine. El guionista les dado una personalidad con desarrollo encarnada en buenos actores, por eso no son simples muletas de apoyo de un aparato de efectos especiales sino que viendo cómo son, cómo se comportan, descubrimos otros contenidos paralelos al relato principal, relato que, por cierto, se permite un comienzo con claras alusiones políticas a ciertos acontecimientos internacionales.
Como en su anterior película, Memorias de un asesino en serie, en The host los protagonistas sufren de una estupefacción digna de las criaturas de los Hermanos Cohen. A primera vista, lo que les ocurre no parece que dependa de sus torpes voluntades; sin embargo, existe nobleza en sus instintos.
También es imprescindible destacar el ingenio en la creación del terrorífico anfibio diseñado por Weta workshop, empresa ganadora de tres Oscar a los efectos especiales por la trilogía de El señor de los anillos  y King-Kong. El taller encargado de transformar esos datos digitales en movimiento, textura y ferocidad fue The Orphanage, responsable de Sin City o Harry Potter y el cáliz de fuego.
“Bong Joo-ho, Bong Jo ho”. Repetir dos veces al día. Este cine coreano merece el esfuerzo.

Raquel Sáenz de Buruaga




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