CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 9 de Octubre: LA NOCHE DE LOS GIRASOLES


El próximo jueves, 9 de octubre, estrenamos la nueva programación trimestral de “Cine Con Otros Ojos” en la Casa Municipal de Cultura, con “La noche de los girasoles”, un thriller dirigido por Jorge Sánchez Cabezudo, y recomendado para mayores de 13 años.
Como siempre, habrá dos sesiones, a las 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Alfredo Mozas García que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.


Dirección:     Jorge Sánchez-Cabezudo
Guión:          Jorge Sánchez-Cabezudo
Interpretes:  Carmelo Gómez, Judith Diakhate, Celso Bugallo

España - Portugal - Francia, 2006 - 123 min.

Mayores de 13 años






SINOPSIS

Pedro y Esteban son dos espeleólogos que llegan a una zona montañosa para estudiar el hallazgo de una cueva y determinar si tiene interés científico. Les acompaña Gabi, la novia de Esteban, que les espera al pie de la montaña. Pero cuando los espeleólogos salen de la cueva, encuentran a Gabi aterrorizada...




¿Por qué lo llaman girasoles cuando lo que quieren decir es uvas (de la ira)?


Informándome para escribir este breve comentario he leído que a esta película la  han llamado thriller y drama rural. A riesgo de no acertar en la traducción de la palabra inglesa y de no alcanzar a todos los matices de la española, yo prefiero llamarla serial por capítulos. Pero no un serial cualquiera, ¡qué va!: uno que da forma a una película muy entretenida. Es más, me atrevería a decir, a una película española muy entretenida. Servidor, que gusta de acudir al cine pero que se marcha antes de que hayan terminado de pasar todos los créditos del final de la película, agradece, no imaginan cuánto, ver en la pantalla actores con caras y nombres poco conocidos. Deleitarse por fin con personajes que son exclusivos de esta película y que no comparten, como les pasa a otros, cara, gestos, acento y modales con los personajes de otras películas, sólo porque los actores son los mismos y los recursos y registros de éstos escasos. En esta ocasión, sólo el nombre de Carmelo Gómez me sonaba pero, ¿quién necesita más? Yo no, desde luego. Estoy pensando que, quizás, lo que ocurre es que para que una película española sea buena (que cada uno entienda lo que quiera al decir buena) basta sólo con pasar de los actores de siempre, buscar caras nuevas, y estrujarse un poco las meninges y lo que éstas contienen para idear una historia original y contarla de una manera interesante.
En el caso que hoy nos ocupa, una historia sobre la violencia, vista ésta como un aspecto más de la vida, que surge, en algunas ocasiones, inesperadamente de la mano de la ira, de la perplejidad, y yo diría que de la impotencia. Y en otras, inevitablemente, con un determinismo que asusta, consecuencia del modo de vida, de nuestros hábitos, formando parte de ellos, tal vez de manera menos frecuente pero tan necesaria como comer, fumar o repantigarse frente al televisor en un hotel de carretera, en un viaje de negocios, después de un día aburrido…
¿Y la manera de contarla? Bueno, dado que es un serial, la historia se cuenta por capítulos. La película tiene varias partes y la historia, la trama, se va desarrollando a través de cada una de esas partes, revelándose detalles y aspectos distintos al conocer diferentes piezas del puzzle desde diferentes puntos de vista y distintas referencias espaciales y temporales. No obstante, no es ésta una historia en la que se le hurtan deliberadamente datos al espectador para sorprenderle cuando todo termina sugiriéndole, o más bien imponiendo, un final inesperado. Si cabe, todo lo contrario. Si el espectador se siente sorprendido al final es, yo diría, porque constata que no hay nada inesperado, que no existe ninguna motivación adicional, ninguna causa oculta que no se conocía. La sorpresa surge, quizás, porque no estamos acostumbrados a ver historias en las que la violencia se manifiesta porque sí, porque, con todo lo irracional que pueda ser, forma parte de nosotros, y no necesita argumentos policiales, venganzas mafiosas, mujeres fatales, intrigas de palacio, o cosas por el estilo. Al final, después de conocer toda la historia, lo único que pasa es que la película se termina.
Tal vez el argumento tenga alguna inconsistencia; algunos de ustedes las percibirán, seguro. La duda que me queda es si la inconsistencia reside en el argumento o en la vida misma, que no puede explicar comportamientos tan violentos e irracionales.
Por último, me gustó la ambientación rural. Pero no se equivoquen, no era imprescindible: la incomunicación y las disputas son tan frecuentes o más en la ciudad que en el campo.
Y del director, los actores, el cuerpo técnico, los efectos especiales, la producción, el maquillaje, el guión, la selección musical, la dirección artística, la fotografía, la selección de exteriores y todas esas cosas de las que se habla cuando la peli sí pero no, pues no sé qué decir. A mí, esta película me gustó.
Ahora, ¿será cierto todo esto que acaban de leer? Para salir de dudas, lo mejor es apagar las luces, correr el telón y recostarse en la butaca.

Alfredo Mozas García




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