Como sabéis, el próximo jueves, 23 de octubre, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura la comedia “Despertando a Ned”, de Kirk Jones, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde. Es divertida, así que intentad no perdérosla.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Valentín Terrazas que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo. Asociación Otrosojos.
Dirección: Kirk Jones
Guión: Kirk Jones
Interpretes: Ian Bannen, Fionnula Flanagan, David Kelly
Irlanda - Reino Unido - Francia - EE.UU., 1998 - 87 min.
Todos los públicos
SINOPSIS
Como cada sábado por la noche, Jackie O´Shea está sentado frente al televisor atento al sorteo de lotería primitiva. Al día siguiente, Jackie descubre que la suerte ha recaído en alguno de los 50 vecinos del pueblo donde vive, y se empeña en descubrir al agraciado. Su idea es convencer a Michael, su mejor amigo, de que deben encontrar al afortunado, conseguir su amistad y así... compartir el “gordo”.
6.894.620
Esa es, exactamente, la suma de libras que una lotería primitiva excepcionalmente generosa deja caer en el pueblecillo irlandés de Tullymore. Habrá que admitir el acierto de uno de los comentarios que se deslizan en Despertando a Ned (1998), primer largometraje de Kirk Jones: “un premio multimillonario puede cambiarle a uno la vida... para siempre”. Y si no, cabría preguntárselo a Jackie O´Shea y Michael O´Sullivan, los entrañables amigos que junto a la esposa del primero, Annie, protagonizan esta divertida historia.
Jones, autor también del guión, aborda en clave de enredo su aproximación a un universo rural sacudido por tamaño golpe de suerte, emparentado en más de un pasaje con la espléndida El hombre tranquilo (1952), que Ford situaba en Innisfree. Algunos de los perfiles permanentes en la cinematografía costumbrista irlandesa -su carácter coral, la belleza plácida de sus paisajes, el tipismo en ocasiones estrafalario de sus habitantes, el peso específico que en las comunidades tienen el cura y el tabernero (regentes uno y otro de los locales más populosos de la localidad), la prodigiosa abundancia de whisky y cerveza...- son introducidos con acierto en la película.
Pese a lo exiguo de su producción para la gran pantalla -La niñera mágica (2005) completa por el momento su brevísimo catálogo-, el director demuestra dominar su oficio, construyendo una trama que funciona con la precisión de un reloj. Sus años de creativo publicitario (con clientes como Mercedes, Absolut Vodka, Coca-cola o Reebok, y premios de la Televisión Británica y Cannes), lejos de traducirse -como en tantos otros trabajos de realizadores formados en la publicidad- en un efectismo visual vacuo, alimentan la firmeza de un relato ágil, chispeante, salpicado de gags tan sencillos como eficaces.
Acompañados por la hermosa banda sonora de Shaun Davey, los veteranos actores Ian Bannen, David Kelly y Fionnula Flanagan resuelven magistralmente su representación del trío estelar, envuelto en la creciente complicación de su aventura. Como contrapunto, otras subtramas vienen a enriquecer el relato, en el que engarzan con toda naturalidad: así, el amor escasamente fragante de Maggie y Pig Finn, o la amistad entre el hijo de aquella y el joven párroco accidental (a quien no cabe confundir con el párroco felizmente accidentado).
En suma, hora y media de cine amable, desbordante de buen humor, tierno o irónico conforme aconseja el desarrollo argumental. Despertando a Ned viene a alinearse con todo derecho junto a títulos como Café irlandés o La camioneta, tendentes a la comicidad. Uno de los rostros de la isla, radicalmente contrastado por el retrato crudo de sus perfiles más oscuros (Las hermanas de la Magdalena, Las cenizas de Angela, El prado...), relacionados en no pocas ocasiones con su agitada historia (Ireland a Nation, Michael Collins, Juego de lágrimas, En el nombre del padre, The boxer, En el nombre del hijo, Verónica Guerin, Agenda oculta, Bloody Sunday...), que han trazado otros cineastas.
Valentín Terrazas
Jones, autor también del guión, aborda en clave de enredo su aproximación a un universo rural sacudido por tamaño golpe de suerte, emparentado en más de un pasaje con la espléndida El hombre tranquilo (1952), que Ford situaba en Innisfree. Algunos de los perfiles permanentes en la cinematografía costumbrista irlandesa -su carácter coral, la belleza plácida de sus paisajes, el tipismo en ocasiones estrafalario de sus habitantes, el peso específico que en las comunidades tienen el cura y el tabernero (regentes uno y otro de los locales más populosos de la localidad), la prodigiosa abundancia de whisky y cerveza...- son introducidos con acierto en la película.
Pese a lo exiguo de su producción para la gran pantalla -La niñera mágica (2005) completa por el momento su brevísimo catálogo-, el director demuestra dominar su oficio, construyendo una trama que funciona con la precisión de un reloj. Sus años de creativo publicitario (con clientes como Mercedes, Absolut Vodka, Coca-cola o Reebok, y premios de la Televisión Británica y Cannes), lejos de traducirse -como en tantos otros trabajos de realizadores formados en la publicidad- en un efectismo visual vacuo, alimentan la firmeza de un relato ágil, chispeante, salpicado de gags tan sencillos como eficaces.
Acompañados por la hermosa banda sonora de Shaun Davey, los veteranos actores Ian Bannen, David Kelly y Fionnula Flanagan resuelven magistralmente su representación del trío estelar, envuelto en la creciente complicación de su aventura. Como contrapunto, otras subtramas vienen a enriquecer el relato, en el que engarzan con toda naturalidad: así, el amor escasamente fragante de Maggie y Pig Finn, o la amistad entre el hijo de aquella y el joven párroco accidental (a quien no cabe confundir con el párroco felizmente accidentado).
En suma, hora y media de cine amable, desbordante de buen humor, tierno o irónico conforme aconseja el desarrollo argumental. Despertando a Ned viene a alinearse con todo derecho junto a títulos como Café irlandés o La camioneta, tendentes a la comicidad. Uno de los rostros de la isla, radicalmente contrastado por el retrato crudo de sus perfiles más oscuros (Las hermanas de la Magdalena, Las cenizas de Angela, El prado...), relacionados en no pocas ocasiones con su agitada historia (Ireland a Nation, Michael Collins, Juego de lágrimas, En el nombre del padre, The boxer, En el nombre del hijo, Verónica Guerin, Agenda oculta, Bloody Sunday...), que han trazado otros cineastas.
Valentín Terrazas
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