CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 5 de Febrero: ELEGY


El próximo jueves, 5 de febrero,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Elegy”, de Isabel Coixet, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2´50 euros.

Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Miguel Masero Ortega que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.



Dirección:    Isabel Coixet
Guión:           Nicholas Meyer
Intérpretes: Ben Kingsley, Penélope Cruz, Dennis Hopper

Estados Unidos, 2008 - 108 min.

Mayores de 13 años






SINOPSIS

David Kepesh, un carismático profesor, está orgulloso de seducir a alumnas deseosas de probar experiencias nuevas; sin embargo, nunca deja que ninguna mujer se le acerque demasiado. Pero cuando la hermosa Consuela Castillo entra en su clase, su barniz de protección se disuelve. Esta belleza de cabellos negros como el azabache le cautiva a la vez que desconcierta.




El miedo a querer


Tres son los principales atractivos para sentarse en una butaca -preferiblemente de cine- y ver Elegy.
    Primero: una atractiva historia. Una reflexión sobre el amor (entre amigos, en pareja o el paterno-filial), la madurez (o la falta de ésta), el compromiso, los celos, y sobre la belleza y su poder cegador. La película, narrada a través del protagonista, relata la vida de David Kepesh (Ben Kingsley), un cincuentón profesor universitario acostumbrado a seducir a sus alumnas y a esquivar todo aquello que parezca rezumar un rastro de estabilidad conyugal o de vida en pareja. Todo hasta que se cruza en su camino Consuela Castillo (Penélope Cruz), una bellísima alumna cubana a la que convierte en objeto de deseo. Ante ella, toda esa fuerza y mente fría se desvanece. Convencido de que tarde o temprano algún hombre más joven se la arrebatará de las manos (como él mismo dice, porque en el pasado él hubiese sido ese hombre), se verá sumido en una espiral de celos y obsesión por ella. Gracias a la ayuda de su inseparable colega, e igual de mujeriego, George O´Hearn (Dennis Hopper), intentará separar las aventuras sexuales de su vida real.
    Segundo: los interpretes. Un elenco de actores de un nivel superior si atendemos al número de premios y nominaciones que rellenan sus vitrinas. Para comenzar, la pareja protagonista, con el galardonado con el Oscar, Ben Kingsley (Gandhi), premio al que fue nominado en otras tres ocasiones (Casa de arena y niebla, Sexy Beast, y Bugsy), y la cada vez (pese a quien pese) más protagonista en el estrellato internacional Penélope Cruz (Vicky Cristina Barcelona, Volver, No te muevas). Y, como secundarios de lujo, Dennis Hopper (Terciopelo azul, Apocalypse Now, Easy Rider) y Patricia Clarkson (Buenas noches y buena suerte, Vías cruzadas, Retratos de April). Todos nos brindan momentos estelares, como las cínicas conversaciones entre Kingsley y Hopper sobre sus escarceos, las charlas en la cama -con cigarro incluido- entre la desinhibida Clarkson y el propio Kingsley, o las espectaculares escenas finales en el apartamento de Kepesh, con una Penélope brillante que encierra en sus ojos todo el sentimiento y la emoción contenida durante la película.
    Tercero: la dirección. Otra hermosa película de Isabel Coixet, una de las mejores cineastas en el arte de tratar con sensibilidad y elegancia pasmosa temas tan delicados como la enfermedad, la muerte o la soledad, como ya hizo en sus anteriores películas La vida secreta de las palabras, Mi vida sin mí, o Cosas que nunca te dije. En ésta su primera incursión en una producción norteamericana (después de rechazar a la productora de Spielberg, que pensó en ella para dirigir Memorias de una Geisha), la directora catalana, también por primera vez, se hace cargo sólo de la dirección, ya que el guión corre a cuenta del cineasta Nicholas Meter, adaptando la novela “El animal moribundo” del polémico escritor Philip Roth. Aunque sí introdujo algunos cambios, no sin antes convencer al propio escritor, como el final de la historia (mucho menos almibarado que el que planteaba Hollywood) o la forma de tratar en imágenes las cuantiosas y apasionadas escenas eróticas de la novela. Coixet lo logra mostrándolas de una forma sencilla, elegante e íntima.

Miguel Masero Ortega



   

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