CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 22 de Octubre: ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTO

El próximo jueves, 22 de octubre,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Antes que el diablo sepa que has muerto", de Sidney Lumet, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 2´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Miguel Masero Ortega que editaremos como ficha y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.

Dirección:     Sidney Lumet
Guión:          Kelly Masterson
Intérpretes:  Philip Seymour Hoffman, Ethan Hawke, Albert Finney, Marisa Tomei

Estados Unidos, 2007 - 116 min.
Mayores de 18 años





SINOPSIS

Desesperados por conseguir dinero fácil, dos hermanos de clase burguesa, Andy (Philip Seymour Hoffman), un ambicioso hombre de negocios casado con una mujer florero y adicto a la heroína, y Hank (Ethan Hawke), cuyo sueldo se va casi íntegramente en pagar la pensión de su ex mujer y su hija, conspiran para llevar a cabo el robo perfecto: atracar la joyería de sus padres en Wetchester, Nueva York. Nada de pistolas, nada de violencia, y nada de problemas. Pero cuando su cómplice decide no cumplir las reglas del juego, las cosas no salen como ambos se esperaban.




El as en la manga del viejo diablo


En el año 2005, Hollywood premió con el Oscar honorífico al director de 81 años Sidney Lumet. Está claro que con ello pretendía reconocer su extensa y aclamada trayectoria cinematográfica. Pero el premio parecía venir acompañado de un regalo envenenado en forma de certificado de defunción (al menos cinematográfico) algo prematuro. El director de películas como Doce hombres sin piedad, Tarde de Perros o Network, esquivó las campanadas que anunciaban su muerte y tan sólo dos años después, cual mago con chistera, apareció con su mejor película en las últimas décadas. Rodada en Alta definición (HD), a la vanguardia de las últimas tecnologías y con un guión al más puro estilo Quentin Tarantino o Guillermo Arriaga. De esos que cuentan la historia a través de saltos en el tiempo y de los distintos puntos de vista de cada personaje. Vamos, el súmmum de la modernidad en un hombre de 83 años.¡¡¡83 años!!!
    El bueno de Sidney nos presenta una película disfrazada de thriller policial, que en realidad encierra un melodrama sobre el lado oscuro del ser humano y las relaciones familiares, lleno de venganza, culpa y traición. Una amalgama de personajes odiosos intentando buscar la salida rápida del pozo de problemas en el que andan metidos, sin darse cuenta de que gracias al considerable número de decisiones erróneas tomadas se están precipitando hacia el mismísimo infierno. Este cúmulo de fatídicas elecciones, inexplicables para algún escéptico  espectador, son fácilmente justificables a través de la mimada y cuidada explicación de los personajes.
    Es ésta una de las señas de identidad del cine de Lumet. El gran trabajo previo que realiza con los actores. Un trabajo exhaustivo con los intérpretes antes de la filmación, para dejar bien definidos todos los aspectos característicos de cada personaje. El resultado suele ser magnífico, siempre que se cuente con un reparto de auténtico lujo, y éste es el caso. Encabezado por el siempre espectacular Philip Seymour Hoffman (Capote, La Duda), dando vida a un repugnante hombre de negocios, atrapado por sus excesos y que ejerce una tremenda manipulación sobre su cobarde e inmaduro hermano, representado por el eternamente joven Ethan Hawke (Antes del amanecer, Training Day). El veterano Albert Finney (Big Fish, Erin Brockovich), interpreta al padre de ambos, y borda a las mil maravillas unas escenas de dolor que sobrecogen. Y aunque su papel es menor dentro de la película, cabe destacar a la hermosa Marisa Tomei (El luchador, Mi primo Vinny) que, además de regalarnos un magnífico desnudo, cumple con creces a la hora de dar la réplica a un Hoffman que tiende a comerse en pantalla a sus compañeros.
    “Antes que el diablo sepa que has muerto” es, sin duda, uno de esos dramas que según van pasando los minutos te van hundiendo poco a poco en la butaca, mientras tu boca se queda entreabierta, estupefacta ante lo que ve, y en el que acabas con las manos en la cabeza, tirándote de los pelos y rezando a Dios para que en la próxima reencarnación evites pertenecer al género humano. Muchas gracias, señor Lumet.

Miguel Masero Ortega



  


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