CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 12 de Diciembre: EL SKYLAB



El próximo jueves, 12 de diciembre, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “El Skylab”, de Julie Delpy, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Valentín Terrazas que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.


Dirección: Julie Delpy
Guión: Julie Delpy
Interpretes: Lou Álvarez, Julie Delpy, Eric Elmosnino, Aure Atika, Noémie Lvovsky

Francia , 2011 - 113 min.
Mayores de 7 años





SINOPSIS

Julio de 1979. Albertine, de diez años, y sus familiares se reúnen en una casa de Bretaña para celebrar el cumpleaños de la abuela en un animado fin de semana.
El Skylab es una comedia que abarca la historia de tres generaciones de una familia, y cuyo título hace referencia a la estación espacial de la NASA, que hizo un aterrizaje imprevisto en la tierra y que aterroriza a la madre de Albertine, obsesionada ante la posibilidad de que se estrelle en la costa oeste de Francia. 




A dos horas de teléfono


A dos horas de teléfono. Esta es, conforme me advertía un buen amigo, la distancia mínima a la que cada cual debe situarse de su respectiva familia para posibilitar una relación civilizada con el resto de miembros de su parentela. Parentela que, como dicta la experiencia, nos viene impuesta por los designios definitivamente inescrutables de la fortuna. Un destino frecuentemente avieso que disfruta mezclando a izquierdistas irredentos con devotos de la derecha, a xenófobos con internacionalistas, a beatos con ateos militantes, a frustrados sexuales con coleccionistas de orgasmos, a profesionales prósperos con desempleados de larga duración, a quien disfrutó de la predilección materna con quien nunca pudo superar su complejo de abandono...

Y sin embargo -al modo del nutrido pelotón de abuelas, tíos y tías, cuñados y cuñadas, yernos y nueras, nietos y nietas y primos y primas de toda condición que Julie Delpy presenta en El Skylab, su cuarto largometraje como directora y guionista- tendemos a olvidar la sabia recomendación transcrita en el titular y nos empecinamos en reunirnos esgrimiendo cualquier argumento: las fiestas navideñas o las patronales, el cumpleaños del cabeza de familia o el bautizo del menor de sus descendientes... Y, de pronto, uno se ve deslizándose en una montaña rusa de final impredecible, sumergido en la inquietante certeza de que en cualquier momento puede ver desplomarse sobre la tribu los pesados restos de la estación espacial que da nombre a la película.

Entre tanto, sin que llegue a esfumarse ese desasosiego galáctico, reimos los viejos chistes, observamos con ternura las ocurrencias de los pequeños o de aquellos tan mayores que han comenzado a conducirse de nuevo como niños, revivimos los instantes que nos unieron, escuchamos nítido el eco de una sangre común, sorteamos con mayor o menor acierto aquellos motivos que podrían fracturar para siempre nuestros lazos.
 

De esto -y del temblor y el dolor aparejados al primer enamoramiento, de las cicatrices ideológicas y emocionales que el desmantelamiento colonial produjo en Francia, del ridículo aparatoso con que tiende a comportarse algún adolescente, de las renuncias que acompañan a la propia elección de nuestro camino- habla este último trabajo de Delpy, de quien hace algún tiempo vimos, en esta misma programación, 2 días en París. Como en aquel caso, la realizadora coprotagoniza esta comedia coral, secundada por personajes acertadamente dibujados y muy solventemente interpretados por actores y actrices veteranos (Bernadette Lafont, la abuela cuyo 67 aniversario viene a justificar la reunión familiar en la Bretaña francesa, o Emmanuelle Riva, espléndida en Amor) o noveles (Lou Alvarez como la pequeña y a ratos malévola Albertine, eje de la narración, Léo Michel-Freundlich dando vida al formidable Robert, o Vincent Lacoste construyendo al patético primo Christian). Un apunte nostálgico sobre aquellos motivos que de forma recurrente nos empujan a colgar el teléfono y desandar el camino que nos separa de los nuestros.
Valentín Terrazas

http://www.filmaffinity.com/es/film932939.html 

 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario