CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 28 de Octubre: UN PROFETA


El próximo jueves, 28 de octubre,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “Un profeta”, de Jacques Audiard, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Pablo Fernández Alonso que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.
Un abrazo, y hasta el jueves. Asociación Otrosojos.


Dirección:      Jacques Audiard
Guión:          Jacques Audiard, Thomas Bidegain
Interpretes:  Tahar Rahim, Niels Arestrup, Adel Bencherif


Francia, 2009 - 154 min.


Mayores de 16 años




SINOPSIS

Condenado a seis años de prisión, Malik El Djebena no sabe leer ni escribir. Cuando llega a la cárcel completamente solo, parece más joven y frágil que los demás presos. Tiene 19 años. Arrinconado por el cabecilla de la banda de corsos que domina la prisión, le encomiendan una serie de “misiones” que debe cumplir para hacerse más fuerte y ganarse la confianza del líder. Malik aprende rápido...





Hay que salir menos gilipollas de lo que se entra


Jacques Audiard, director de Un profeta, usa un lenguaje cinematográfico de forma más que eficiente, construyendo sobre una pirámide (el guión) una sólida estructura que lo aguante. Nos brinda una película con una trama fantástica, unos personajes muy bien estructurados, un ambiente totalmente conseguido y unas acción y tensión genialmente desarrolladas. Pero también nos brinda un trabajo que permite algunas reflexiones sobre la vida y la condición humana.
    Una de las citas obligatorias del festival de San Sebastián era el nuevo film de Audiard, ganador del Premio del Jurado en el pasado festival de Cannes, nominado al Oscar como mejor película de habla no inglesa, propuesta en ésta misma categoría en los Globos de Oro, galardonada con 9 Premios César y 6 nominaciones a los Premios del Cine Europeo. Una obra presentada como un giro de tuerca a los dramas carcelarios, más cercana, humilde, con posibilidad de romper moldes al incorporar elementos de otros géneros para formar un collage único y personal.
    “Hay que salir menos gilipollas de lo que se entra”: en mi opinión, una de las frases que mejor explica esta película, relato de cómo alguien entra en presidio, joven, impulsivo, pero con ganas, muchas ganas, de aprender a desenvolverse como el mejor y triunfar en un ambiente extremadamente duro.
    Un profeta se construye con inteligencia: un muchacho llega a prisión con un billete doblado en la suela de su zapato y poco más que un carácter forjado paso a paso, envuelto en una infancia que se nos presume no demasiado fácil. El héroe anónimo que parece yacer en una de sus capas interiores no existe; aquí sus numerosas “heroicidades” cobran forma de una manera sórdida, tenebrosa. Actos que aborreceríamos en otras circunstancias se tornan aquí plausibles y necesarios. Sólo queda lugar para la locura, para la creencia en el ascenso, para ser un profeta.
    Da la sensación de que el destino es una franja muy estrecha en la que apenas puede uno moverse. Sucede en cualquier parte, pero aún más dentro de una cárcel que extramuros. El principio de incertidumbre es posible, pero habitualmente tan sólo caminamos por una senda asfaltada de un lugar a otro. Si, por fin, uno se decide a tomar una senda distinta, terrosa y de difícil tránsito, es posible que algo cambie.
    La gran virtud de este film es conseguir abstraernos a un mundo al que pocos estamos acostumbrados; la manera que tiene de presentarnos los hechos y los personajes acabará por persuadirnos de que es una realidad. Dentro del nutrido género de cine carcelario, éste va a ser el que más nos convenza de estar siendo testigos de la realidad.
    Los personajes son irremplazables. Sus miradas son capaces de transmitirnos claramente cómo son sus interiores; impresiona cómo con sólo una de ellas el nerviosismo, el miedo, la desesperación… nos invadirán en décimas de segundo.
    Un drama conmovedor y sólido de los que no se ven desde hace años, donde la soledad predomina en no pocas ocasiones. Sobrevivir es la pieza clave de éste metraje.

Pablo Fernández Alonso



    

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