Jueves 4 de Noviembre: THE DAMNED UNITED

El próximo jueves, 4 de noviembre,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura “The Damned United”, de Tom Hooper, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde, con la localidad a 3´50 euros.

Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Raquel Sáenz de Buruaga que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo fuerte, y hasta el jueves, no sin antes aclarar –para quienes nos lo preguntaron a la salida de “Un profeta”- que, pese a su título en inglés, proyectamos “The Damned...”  doblada al castellano.

Asociación Otrosojos.

Dirección:      Tom Hooper
Guión:           Peter Morgan
Intérpretes:   Michael Sheen, Jim Broadbent, Timothy Spall

Reino Unido, 2009 - 94 min.

Todos los públicos

SINOPSIS

Ambientada entre los años 60 y 70 en Inglaterra, el film cuenta en clave de humor negro la polémica historia de los fatales 44 días de Brian Clough como entrenador del equipo de fútbol campeón del momento, el Leeds United. Previamente entrenado por su amargo rival Don Revie, y a pesar de haber sido el período de más éxito del club en toda su historia, el Leeds era percibido por muchos como la representación de un nuevo estilo de fútbol, cínico y agresivo. Un estilo que no soportaba el aún flamante y lleno de principios Clough.

Si la pareja funciona...

En los comienzos del cine, su star system estaba exclusivamente habitado por las actrices y los actores. Actualmente, y desde hace tiempo, aquellos tienen que compartirlo también con los grandes directores.

    Algo similar ha ocurrido en el mundo del fútbol. De mi niñez -para nada futbolera- recuerdo nombres de jugadores como Pirri, Zoco, Iríbar… pero no sé el de ningún entrenador de aquella época en que los futbolistas  fumaban. Sin embargo, ¿qué niño no conoce hoy a Guardiola, Del Bosque o Mourinho? El star system del fútbol ha sido invadido por los entrenadores. Posiblemente, el primer explorador de ese territorio fuera Brian Clough, allá por los años 70. The damned United aborda una etapa intensa de aquel hombre extremo, futbolista goleador al que una lesión obligó a convertirse en el mister tan especial que esta película nos descubre. Para disfrutarla no es necesario ser aficionado al fútbol. Incluso el cinéfilo “futbolfóbico” será feliz durante hora y media, pues el inefable Clough no sólo es una mina para un buscador de historias. Su locuacidad, su ego hipertrofiado amenizaban cada temporada de liga y nos dejaron frases lapidarias. Dicen que, a su lado, Mourinho hubiera parecido una apocada doncella. En estos tiempos de verbo mojigato, se agradece la existencia de estos gallitos de lengua suelta.

    Pero, ¿qué hubiera sido de Clough sin su inseparable Peter Taylor, el segundo entrenador? Las relaciones de pareja son una caja de sorpresas. Cuando las personas nos unimos a otras en un proyecto común no sabemos cómo saldrá el invento, ni cuánto durará. Parejas que parecían perfectas se rompen de la noche a la mañana, e individuos claramente antagónicos conviven en imperecedera armonía. La mayoría de la gente piensa: “si la pareja funciona, ¿por qué cambiar?”. Pero Brian Cloguh no era como la mayoría, y la ambición y una particular obsesión pusieron al límite la estabilidad de aquella relación.

    Por otro lado, la película tiene una maquinaria perfecta: guión, dirección, interpretación, fotografía y dirección artística están engrasados con una coherencia admirable. Peter Morgan -guionista también de El desafío: Frost contra Nixon (2008) y La reina (2006)- adapta la novela de David Pearce. Su relato fílmico juega de forma ágil con saltos en el tiempo que, aunque exigen cierta concentración, están ubicados con claridad. Los personajes están todos dibujados con trazo amable. Hasta el impresentable Clough se hace querer porque el espectador conoce, desde el principio, su punto vulnerable que le hace comportarse de aquella manera. Tom Hooper, el director -más que curtido en la televisión- muestra oficio, sensibilidad y precisión al asumir el impecable guión, dotándole del ritmo y humor adecuados. No hay un solo plano gratuito, falto de significado, y la dirección de actores es espléndida.

    Deseo, de todo corazón, a guionista y director un matrimonio estable y productivo. Si la pareja funciona, echar una cana al aire  puede salir muy caro; y los amantes del cine no nos merecemos esos disgustos.

Raquel Sáenz de Buruaga