CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 27 de Marzo: 13 TZAMETI

El próximo jueves, 27 de marzo,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura  “13 Tzameti”, de Géla Babluani, en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Pablo Fernández Alonso que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.


Dirección:     Géla Babluani
Guión:          Géla Babluani
Intérpretes:  Georges Babluani, Aurélien Recoing, Pascal Bongard
Francia - Georgia, 2005 - 93 min.

Mayores de 18 años






SINOPSIS

En algún lugar, en un sitio apartado al borde del mar, Sébastien, de 22 años, repara el techo de una casa. Su propietario muere de una sobredosis tras recibir una extraña convocatoria que supuestamente le hará ganar mucho dinero. Sébastien recupera el sobre y decide presentarse en su lugar. Para él da comienzo una caza del tesoro que le llevará hasta un tugurio clandestino, un mundo de pesadilla donde los hombres hacen apuestas con la vida de otros hombres.



Preparados, listos,... a temblar


Gela Babluani es hijo del director Temur Babluani (autor de cuatro películas, entre ellas Begurebis gadaprena, seleccionada en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes en 1988, y Udzinarta mze, ganadora del Oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín en 1993). Durante su infancia, Gela vivió en la calle el frenesí de una época de muchos cambios políticos y económicos. Tras la caída del muro de Berlín, en 1989, Georgia se sumergió en la libertad y el caos. Gela creció en plena guerra civil, en un mundo donde la corrupción, las luchas entre clanes, los fusilamientos, los militares y la muerte eran algo cotidiano.
    Gela tenía 17 años cuando su padre envió a sus cuatro hijos a estudiar a Francia. En París, el joven se aficionó a la escritura, se entusiasmó por la lengua francesa y se interesó por el cine. A pesar de la distancia, la relación con su padre fue fundamental en sus comienzos como cineasta.
    Los referentes de Gela son el cine soviético, aquellas grandes películas en blanco y negro, mudas, que descubrió en los cines de Tiflis de la mano de su padre. La contundencia de las imágenes y la fuerza del montaje lo mantenían pegado a su asiento durante horas.
    Sería fantástico que te fiases tanto de mí que no te hiciera falta seguir leyendo esta crítica para poder ver ahora la película. No es por orgullo, sino porque pudieras sentir lo mismo que yo cuando la vi por primera vez. No tenía ningún dato sobre ella, excepto alguna recomendación de un amigo, y es precisamente el suspense el arma más poderosa de esta obra inteligente y certera. Con una fotografía envidiable, con un blanco y negro que resulta casi imprescindible, no sigue los cánones del cine actual, lo que sin duda ayuda a crear esa atmósfera irrespirable que domina los 93 minutos de la cinta. La música está constantemente haciendo el ejercicio que necesitamos para no salir de ésta experiencia recomendable al cien por cien. Su director mismo firma el guión y fue el jefe de producción. Sin duda no es ésta una película más...
   13 Tzameti es puro cine negro, pero también un estudio frío sobre la inocencia. Estamos ante otra muestra de cómo se puede causar más impacto mediante la creación de una atmósfera tan, asfixiante y claustrofóbica que con mil descuartizamientos.
    Entre disparos a bocajarro, maletines repletos de dinero, sobredosis y dudas, el director coloca la materia más explosiva: la inocencia. Consiguió el Gran Premio del Jurado en Sundance 2006, el Premio Luigi de Laurentiis y el Premio Netpac al Director Revelación en el Festival de Venecia 2005, pero, lo que es más importante, será una de esas películas que los amigos recomienden a sus amigos. Si te gustan las sorpresas, siéntate a ver 13 Tzameti: es tú película. Si sientes que ya lo has visto todo en el cine, esta es tu película.
    13 Tzameti consigue que la violencia no pase desapercibida y se nos muestre tal como es: nauseabunda. Pero sin darnos cuenta nos hallaremos sumergidos en las cloacas del ser humano, donde la vida huele a sumidero.

Pablo Fernández Alonso




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