CINE EN LA CASA MUNICIPAL DE CULTURA DE MIRANDA DE EBRO (BURGOS). JUEVES SEÑALADOS, EN SESIONES DE 18:00 y 20:30.
ORGANIZA LA ASOCIACIÓN CULTURAL OTROSOJOS EN COLABORACIÓN CON EL AYUNTAMIENTO DE MIRANDA DE EBRO

Jueves 13 de Marzo: MEDIA LUNA


El próximo jueves, 13 de marzo,  proyectamos en la Casa Municipal de Cultura  “Media luna”, de Bahman Ghobadi (director también de la anteriormente proyectada “Las tortugas también vuelan”), en sesiones de 6 y 8´30 de la tarde.
Adjuntamos la sinopsis de la película facilitada por la distribuidora, el comentario de Vickie Olsen que editaremos como ficha, y una reproducción del cartel.

Un abrazo. Asociación Otrosojos.


Dirección:     Bahman Ghobadi
Guión:          Bahman Ghobadi
Interpretes:  Ismail Ghaffari, Allah Morad Rashtiani, Hedye Tehrani
Irán - Austria - Francia - Irak, 2006 - 107 min.

Mayores de 7 años



SINOPSIS

El famoso y anciano músico Mamo ha obtenido permiso para actuar en un concierto en el Kurdistán iraquí. Su gran amigo Kako se encarga de conseguir y conducir el autobús escolar con el que recogerán a los diez hijos músicos de Mamo, repartidos entre diversos pueblos del Kurdistán iraní. Mamo está convencido de que la esencia del concierto está en la voz celestial de una mujer. Decide ir a buscar a Hesho, que se ha refugiado en la montaña con otras 1.334 mujeres cantantes en el exilio. Pero convencer a Hesho no es tarea fácil; además, dado que en Irán está terminantemente prohibido que las mujeres canten delante de los hombres, es necesario esconder a Hesho en el autobús.



Voces celestiales desde Viena al Kurdistán

Durante una visita a la exposición Kiss, Kiss, Bang, Bang: 45 Años de Arte y Feminismo, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en el verano de 2006, me quedé fascinada viendo una instalación que trataba el tema de la prohibición de cantar en público impuesta a las mujeres iraníes desde los tiempos de los talibanes. La instalación consistía en dos pantallas situadas, frente a frente, en una sala oscura. En una de ellas, un hombre cantaba ante un público masculino que le aplaudía fervorosamente; en la otra, una mujer cantaba de espaldas al mismo teatro, ahora vacío, mientras giraba lentamente hasta encontrar a su público, los espectadores del video. ¡Cual fue mi sorpresa cuando, unos meses más tarde, pude ver cómo se repetía tanto la temática como la mágica resolución del problema en el último largometraje de Bahman Ghobadi, Media luna (2006)! Esta coincidencia se explica en parte porque la película fue comisionada por el Festival New Crowned Hope, organizado por la ciudad de Viena para conmemorar el 250 cumpleaños de Mozart. Los diversos proyectos artísticos resultantes -cine, música, teatro, danza, artes visuales y arquitectura- deberían inspirarse en las obras tardías de Mozart, rechazadas en su día por un público vienés que no entendía ni la forma ni el contenido revolucionarios de las mismas. El Festival pretendía animar a los artistas a seguir los pasos de Mozart, interrelacionando en sus creaciones el arte y la acción social.
     El director iraní, cuya producción cinematográfica incluye casi un largo por año desde el año 1999, cuando estrenó su primera película, nos transporta en Media luna al Kurdistán para dar eco a alguno de los grandes temas desarrollados por Mozart en sus últimas obras vienesas: la combinación de magia y transformación presente en La flauta mágica, por ejemplo, o la grandeza del ceremonial del difunto en el Réquiem. La emoción generada por las voces celestiales de estas dos obras se repite en Media luna cuando aparecen las 1.334 mujeres cantantes exiliadas en un pueblo perdido entre las montañas del Kurdistán donde, lejos de la ley, pueden unir sus voces para crear una única harmonía que suena a libertad.
    La película arranca en el mundo real de un austero rincón en lo que hoy es la zona noroccidental de Irán. Después de la caída de Saddam Hussein, un anciano músico kurdo-iraní recibe permiso del gobierno iraquí para tocar en el primer festival de música kurda a celebrar en Irak en 35 años. Inmediatamente pone manos a la obra para formar la banda y sale en autobús en busca de sus diez hijos varones desperdigados por los pueblos kurdos de Irán para que le acompañen en su viaje a Irak. A medida que el autobús se adentra en la zona fronteriza entre Irán e Irak, las cosas se complican y el escenario costumbrista/realista inicial se convierte cada vez más en un entorno misterioso y mágico. Esta “road movie” empieza como un viaje en busca de la preservación de una herencia musical, pero termina siendo un paseo místico hacia la aceptación del destino de cada uno. Una mujer que canta, Niwemang (Media Luna), desafía la ley del patriarcado y da nombre a la película. Es ella quien lleva a cabo la transformación mágica y dirige la ceremonia que honra al muerto.
    Prohibida en Irán, Media luna no ha podido ser visto por el público que más podría identificarse con ella. Sin embargo, al ser ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, y de otros importantes premios tambien, la película sí ha gozado de una amplia distribución internacional. En España Ghobadi ya tenía muchos seguidores después del éxito de su anterior largometraje, Las tortugas también vuelan (2004). Si mantiene el mismo ritmo de producción, pronto tendremos oportunidad de volver al Kurdistán, seguramente desde un punto de partida igual de fascinante.

Vickie Olsen



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